Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar, Entretenimiento,Esparcimiento,Recreacion y Afines de

Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar, Entretenimiento,Esparcimiento,Recreacion y Afines de
Personeria Gremial 1529- Adherido a UNI

viernes, 31 de enero de 2014

El Gobierno rechazó el pedido de un plus salarial de suma fija

El jefe de Gabinete dijo que “no hay razones” para decretar un reajuste antes de las paritarias. Moyano había pedido $ 3.000 para todos los sectores. Ayer los aceiteros consiguieron 1.900 pesos. Por Carlos Galván Dijo que no. Jorge Capitanich, ayer en rueda de prensa. Salió a rechazar los pedidos sindicales para que el Gobierno decrete un pago extraordinario para todos los trabajadores La Casa Rosada no se muestra dispuesta a atender los reclamos de la CGT oficialista y de la opositora para que se le pague una suma extraordinaria a los asalariados para compensar la perdida de poder adquisitivo por la alta inflación. El que fijó la posición oficial fue el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Con su habitual estilo barroco, el funcionario dijo ayer: “En lo que hace a las paritarias, no existen ningún tipo de razones para alterar las normas del desenvolvimiento de las negociaciones colectivas de trabajo. Por lo tanto, los Convenios Colectivos de Trabajo existen y van a funcionar conforme a los parámetros vigentes”. En criollo: el Gobierno está en contra de que se reabran las paritarias y del pago de suplementos. Capitanich hizo su advertencia apenas un día después de que el jefe de la CGT anti K, Hugo Moyano, reclamara públicamente el pago de $3.000 para todos los trabajadores para subsanar el efecto en los salarios de la inflación. En la misma línea, la CGT oficialista había iniciado gestiones con el propio Capitanich para que se le otorgue $1.500 a todos los asalariados. Por las dudas de que la posición de la administración K sobre las paritarias no hubiera quedado clara, el jefe de Gabinete repitió en su habitual conferencia de prensa: “No existen razones objetivas para modificar absolutamente nada respecto a este tema”. El aviso de Capitanich se conoció apenas horas antes de que los aceiteros firmasen un su acuerdo salarial. En vez de firmar por un porcentaje para todo el año, posibilidad que hoy se evalúa como suicida en los gremios, los aceiteros acordaron anoche con la patronal el pago de una suma puente de $1.900 para la categoría más baja y de $2.100 para la más alta en los meses de enero, febrero y marzo, cifras que significan subas de casi 26% en los sueldos. También consiguieron el pago de un bono de $8.200 no remunerativos en dos veces. El 1° de abril, cuando el escenario paritario esté más claro, el gremio se sentará a negociar la suba para el resto del año. Otro gremio que acordó el pago de una suma puente es La Bancaria. Su paritaria se había vencido el 31 de diciembre y como es habitual en los últimos años el sindicato en vez de firmar un porcentaje para todo el año logró el pago de una suma fija para el primer trimestre del año. Según las fuentes consultadas, el acuerdo establecería el pago para los 100.000 bancarios de $1.800 remunerativos en enero, febrero y marzo y un bono de $1.200 no remunerativos. Las sumas acordadas por el gremio son 29% superiores a las acordadas por el sindicato en 2013. Es de esperar que la suba conseguida ahora por los bancarios sea el piso de su discusión paritaria. Algunos gremios que aún tienen vigentes sus paritarias ya comenzaron a intentar negociar con las cámaras patronales el pago de sumas extraordinarias. Es el caso del sindicato de la Alimentación. La paritaria se le vence a fines de abril, pero el gremio exigirá el pago de una “suma puente” para los meses de enero, febrero, marzo y abril. “De alguna manera debemos compensar los últimos aumentos de precios”, fundamentaron en el gremio. Lo mismo hará el sindicato del Calzado. Su secretario general, Agustín Amicone, adelantó a Clarín que el Consejo Directivo del gremio se reunirá hoy para definir que pedirán. “Nuestro acuerdo se vence el 31 de mayo, pero de alguna manera tenemos que resolver antes esta pulverización que sufrieron los salarios. Cuando hay devaluación los primeros que pierden siempre son los trabajadores”. También el gremio de los Ceramistas, que conduce Domingo Moreyra, tiene pensado exigir una compensación. “Algo vamos a hacer, pero todavía no tenemos claro qué. La situación es urgente ”, explicó el sindicalista. La paritaria de los ceramistas vence también en mayo. El acuerdo paritario de los trabajadores del Seguro se vence el 30 de junio, pero el gremio ya le solicitó formalmente una reunión a la cámara patronal para discutir el pago de una “suma puente” para los 30.000 empleados de la actividad, según informó el dirigente Jorge Sola. El gremio del Seguro, por otro lado, estaba ayer en estado de alerta porque el gobierno de Río Negro, en medio del ajuste que puso en marcha, sorpresivamente cerró las agencias que la aseguradora Horizonte, de la que la provincia es principal accionista, tiene en la Capital Federal y Córdoba, “dejando en la calle a 30 trabajadores”. Fuente Clarín Preocupados por los precios, gremios cerraron suba salarial de 26% a cuenta de paritarias En ambos sectores se acordó un pago mensual para el primer trimestre y a cuenta del aumento anual. La CGT redobla la presión por una suba salarial de emergencia por ELIZABETH PEGER Sin referencias previsibles sobre la evolución de la inflación durante los próximos meses, los gremios que agrupan a los trabajadores bancarios y a los aceiteros optaron por avanzar en acuerdos salariales solo para el primer trimestre y cerraron aumentos que promedian el 26% del salario conformado de sus respectivas actividades, subas que serán tomadas a cuenta de los incrementos anuales que se negociarán a partir de abril. El entendimiento entre la Asociación Bancaria, el gremio que encabeza el dirigente Sergio Palazzo, y las cámaras que agrupan a las entidades financieras fijó un incremento salarial en un solo tramo equivalente al 26% del sueldo inicial del sector. La mejora, que beneficiará a unos 100 mil empleados bancarios, se efectivizará mediante el esquema de “suma puente” o adelanto de paritarias, e implicará el pago de $ 1.800 remunerativos durante los meses de enero, febrero y marzo, más una compensación extraordinaria por el año 2013 de $ 1.200. A su vez, el acuerdo alcanzado anoche en la industria aceitera estableció el pago de una “suma puente” para el trimestre enero-marzo que se ubica entre los $ 1.900 y los $ 2.100 según las categorías de actividad, monto que significa un incremento del 25,5% sobre el piso salarial del sector. Ese aumento, como en el caso bancario, se tomará a cuenta de la paritaria anual que las partes negociarán desde abril. Además, el convenio entre la Federación gremial de trabajadores aceiteros y las cámaras empresarias sectoriales incorporó el pago de una gratificación extraordinaria no remunerativa de $ 8.200 por única vez, que será abonado por las firmas del sector en dos tramos de $ 4.100 cada uno, el primero el próximo 10 de febrero y el segundo con el salario de febrero. Los acuerdos de “suma puente” trimestral a cuenta de paritarias logrados por bancarios y aceiteros son similares al entendimiento cerrado hace un mes por los operarios petroleros, que consiguieron un pago de $ 4.000 mensuales hasta abril. También los choferes de colectivos agrupados en la UTA negocian un pago de $ 2.000 para el primer trimestre y amenazaron con paralizar sus actividades durante el fin de semana si no logran un acuerdo con las empresas. En todos los casos se trata de actividades cuyas paritarias están vencidas desde el 31 de diciembre. Y ante la incertidumbre sobre la evolución de los precios, los respectivos gremios optaron por avanzar con acuerdos cortos para evitar que los aumentos queden licuados por un crecimiento mayor de la inflación. Esa misma inquietud comparten aquellos sindicatos que aún no comenzaron sus discusiones salariales. Por ello, tanto desde la CGT oficial, que lidera Antonio Caló, como desde la central obrera opositora de Hugo Moyano reclamaron en los últimos días al Gobierno que habilite el pago de una suma fija de emergencia para tratar de palear el efecto de la inflación sobre los salarios. En la CGT de Caló suponen que ese esquema (proponen una suma de $ 1.500 en dos tramos) posibilitaría postergar el arranque de las paritarias a la espera de mayores certezas sobre la evolución de los precios. “La economía se escapó. Está todo el mundo preocupado, de la Presidenta para abajo, estamos todos preocupados”, alertó ayer el propio líder cegetista. Si bien públicamente el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, rechazó que el Gobierno esté evaluando la alternativa de un aumento salarial de emergencia y negó cambios en la estrategia oficial de cara a las paritarias, la presidenta Cristina Fernández mantuvo ayer por la tarde un encuentro con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, para analizar la insistente presión gremial por apurar la recomposición de los sueldos. Fuente El Cronista Comercial El Gobierno rechaza negociar salarios más de una vez al año Ante la presión sindical, Capitanich dijo que "no existen razones para alterar" el mecanismo; evitó una definición sobre pagos extra por la inflación Por Nicolás Balinotti Pero, más allá del rechazo oficial, algunos gremios insistirán en negociar aumentos de sueldos más de una vez al año, ya sea trimestral o semestralmente. Ya lo evalúa el Sindicato de Empleados de Comercio, que puso bajo estudio un sistema de negociación diferente: prevé discutir salarios directamente con las empresas y no con las cámaras. Así lo hacen actualmente los mecánicos del Smata, que tienen alzas salariales cada tres meses. Otras organizaciones gremiales, en tanto, analizan la posibilidad de incluir una "cláusula gatillo" en caso de una disparada de los precios. Tal vez el caso más emblemático es hoy el de los docentes. En las reuniones preliminares, los cinco sindicatos nacionales habilitados a negociar le exigieron al ministro de Educación, Alberto Sileoni, reabrir la paritaria a mitad de año o antes del cierre del ciclo lectivo. La pulseada de los maestros continuará la semana próxima, cuando el ministro oficialice el llamado para continuar con la paritaria que se activó al cierre de 2013. El Estado, en su rol de empleador, mostrará con los docentes su capacidad de negociación y se sabrá si convalidará alzas del 30%, que es lo que demandaron inicialmente los sindicatos. Además, la cifra en que se cierre este trato servirá como referencia de aumento para las provincias. Fuente La Nación

miércoles, 29 de enero de 2014

La CGT, en sesión permanente, presiona al Gobierno por suba salarial de emergencia

La central que lidera Caló decidió testear a diario la evolución de los precios. Esperan que el Ejecutivo habilite el pago de una suma extraordinaria a cuenta de las paritarias por ELIZABETH PEGER La conducción de la CGT más cercana al Gobierno, que lidera Antonio Caló, dio ayer muestras concretas de que no se quedará de brazos cruzados frente a la preocupación que les genera el impacto de la devaluación sobre los precios en la previa al arranque de las principales negociaciones salariales. Por esa razón, la denominada “mesa chica” de la central, que en la práctica reúne a la primera línea cegetista, resolvió declararse en sesión permanente para realizar un seguimiento diario de los efectos de las nuevas medidas económicas y a la vez articular en forma rápida una respuesta desde la entidad. A la par, la cúpula gremial aguarda con expectativa la confirmación de un encuentro con la presidenta Cristina Fernández apenas retorne de su visita oficial a Cuba. “La mesa chica va a estar en sesión permanente para testear día a día lo que pasa con la economía y la inflación”, contó a este diario uno de los dirigentes que participó del encuentro de ayer por la tarde en la sede del gremio de Obras Sanitarias. El sindicalista criticó duramente a los sectores empresarios que anunciaron aumentos de precios tras la devaluación del último jueves, pero rechazó que los gremios de la CGT estén analizando acompañar al Gobierno en el monitoreo del cumplimiento del acuerdo de “precios cuidados”. Durante la reunión, Caló y un grupo de dirigentes de la central obrera (el anfitrión José Luis Lingeri, el taxista Omar Viviani y el mercantil Armando Cavalieri, entre otros) analizaron con inquietud un informe del economista Eduardo Curia sobre la aceleración de la inflación en los últimos meses y la evolución preocupante de otras variables económicas y remarcaron su objetivo de defender el poder adquisitivo de los salarios en las próximas paritarias. No obstante, uno de los gremialistas advirtió que ante la actual coyuntura la dirigencia sindical también enfrenta el desafío de “hacer mucho equilibrio porque no se puede tirar todo por la ventana”, en directa alusión a los futuros reclamos salariales. La advertencia de la conducción cegetista de mantenerse en sesión permanente para testear la marcha de la economía renovó la presión sindical sobre el Gobierno para que defina una estrategia concreta con vistas a la inminente discusión salarial, un tema que Caló espera conversar en persona con Cristina. Al respecto, ayer volvieron a multiplicarse las versiones sobre la alternativa de que la Casa Rosada habilite el pago de un aumento salarial de emergencia a cambio de una postergación de las paritarias que sirva para descomprimir la amenaza de reclamos por encima del 30%. Esa posibilidad surgió a partir de una propuesta de la propia CGT oficial, que hasta planteó el adelantamiento de la convocatoria al Consejo del Salario como herramienta para acordar la suma extraordinaria, y desde el Ministerio de Trabajo reconocieron que era una idea bajo análisis. Esta semana también desde importantes sectores empresarios valoraron el esquema de una salida para contener expectativas tras la devaluación. Pero pese a los rumores, el Gobierno no dio aún pasos concretos en ese sentido. Caló se fue el lunes con las manos vacías del encuentro que mantuvo con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y tampoco obtuvo señales tranquilizadoras el titular de la Uocra, Gerardo Martínez, quién visitó más tar de al funcionario. El metalúrgico volverá a ver hoy a Capitanich y al ministro de Economía, Axel Kicillof, y aguarda esta vez conseguir alguna respuesta. Fuente El Cronista Comercial

lunes, 27 de enero de 2014

El Gobierno ahora analiza permitir pagos extraordinarios para postergar las paritarias

Por la incertidumbre inflacionaria, busca que la discusión salarial pase al segundo semestre Sin distinciones entre oficialistas y opositores, los sindicatos caminan a tientas rumbo a las paritarias. Escépticos y críticos del acuerdo de precios que impulsó el Gobierno, la incertidumbre se magnificó en los últimos días ante la devaluación del peso y el volantazo oficial con respecto al dólar. En medio de este berenjenal, surge algo firme: no existe una referencia concreta de suba para sentarse a negociar salarios. En tren de evitar desbordes en las demandas salariales, que van desde el 25 al 40 por ciento, el Gobierno evalúa urgente una medida para echar una luz de certeza a las paritarias que se avecinan e intentar contener la presión sindical. El plan sería habilitar un pago extraordinario de $ 1000 en dos cuotas y postergar las negociaciones para el segundo trimestre. Además, se aceptaría incluir en los convenios colectivos una "cláusula gatillo" en caso de una eventual disparada de la inflación. La iniciativa se conversó entre el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y la cúpula de la CGT oficialista. Detrás de la medida, la Casa Rosada apuesta a ganar tiempo para evaluar cómo funciona el programa Precios Cuidados que lanzó la Secretaría de Comercio Interior, a cargo de Augusto Costa. Definitivamente la política salarial del Gobierno está atada a la suerte del acuerdo de precios. "Es el plan A, B y C para la inflación. No conozco otra alternativa", confió un ministro a LA NACION. Los gremialistas que están al tanto de la iniciativa ya estudian la ingeniería para incluir a los $ 1000 como parte del sueldo básico. "No queremos que sea solamente una suba de emergencia", dijo uno de ellos. En sintonía con la intención del Gobierno, el jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló, evitó últimamente mencionar los porcentajes que reclamarán como suba. "Para las paritarias, habrá que esperar hasta marzo porque nadie sabe lo que puede pasar con los precios. Yo en este momento no estoy en condiciones de pedir un porcentaje de aumento", dijo hace unos días a LA NACION el referente de los metalúrgicos. Pero ayer y anteayer, el gremialista evitó opinar sobre la devaluación y la flexibilización del cepo cambiario. Caló, que inicialmente criticó el acuerdo de precios, hace ahora un difícil equilibrio para no oponerse a la medida oficial. "Los precios no son los mismos que hace dos meses. El azúcar no cuesta lo mismo que en octubre, ¿o sí?", cuestionó en la víspera navideña, cuando el Gobierno y los empresarios negociaban a qué productos se aplicaría el control. También se mantuvo alineada la CTA más cercana al kirchnerismo. Su líder, Hugo Yasky, trazó un piso del 25% para la negociación salarial justo cuando el sindicalismo opositor comenzó a exigir cifras mayores. En el Gobierno rechazaron que Yasky haya ventilado ese porcentaje por orden de algún funcionario. A diferencia de Caló, Yasky sí se expresó sobre la devaluación del peso y el giro en torno a la política cambiaria. Denunció "intentos de desestabilización del establishment y de los medios de comunicación". Su mensaje fue anteayer una curiosa excepción dentro del mundo sindical. Sin certezas sobre la inflación y el rumbo económico, los sindicatos quieren postergar las negociaciones o discutir sueldos más de una vez al año. En ese punto hubo coincidencia entre Caló y las CGT opositoras de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo. Otra salida que evaluó el Gobierno para ganar previsibilidad fue anticipar la convocatoria al Consejo del Salario, que habitualmente se realiza entre agosto y septiembre. Pero en el Ministerio de Trabajo lo descartaron porque consideran que sería "riesgoso porque la suba del salario mínimo podría servir de piso para el resto de las negociaciones". Temor compartido La desvalorización del peso durante la última semana hizo brotar en los sindicalistas un recuerdo oscuro. Algunos temen un Rodrigazo, el estallido económico de 1975 que complicó la gestión de Isabel Perón. "Nadie quiere ser hoy la Uocra del 75, que siguió las pautas del gobierno y a las 48 horas tuvo que dar marcha atrás por la inflación", dijo a LA NACION un gremialista cercano al Gobierno. Ante la incertidumbre inflacionaria, la paritaria se volvió una suerte de matafuegos para rescatar el poder adquisitivo de los salarios. Quedaron relegadas otras cuestiones que deberían ser negociadas en el mismo ámbito, como, por ejemplo, las condiciones de trabajo. Mientras tanto, el Gobierno apuesta al funcionamiento del acuerdo de precios y deberá apresurar una estrategia en la paritaria nacional docente, que sirve de referencia para las subas en las provincias. El Estado, en su rol de empleador, mostrará allí su capacidad de negociación y se sabrá si convalidará aumentos del 30%. Moyano: "Las medidas crean incertidumbre" A tono con buena parte de la dirigencia gremial, tanto oficialista como opositora, Hugo Moyano advirtió ayer que la flexibilización del cepo cambiario suma incertidumbre a la próxima negociación salarial y acusó al Gobierno de manejarse de manera improvisada. "Esto [por la relajación de las restricciones para la compra de dólares] crea incertidumbre en el aspecto económico y en el empresarial. Cuando el trabajador tenga que discutir salarios, va a ser un problema muy grande", pronosticó el jefe de la CGT Azopardo en declaraciones radiales. "El Gobierno va contradiciéndose permanentemente en las decisiones que toma, con las improvisaciones en materia económica a las que nos tiene acostumbrados", advirtió Moyano. Y remató: "Las medidas no han tenido resultado. La inflación no se ha detenido para nada". Fuente La Nación

El Gobierno anunciaría aumentos por decreto

No es momento de poesía en el sindicalismo, pero sí de crudo pragmatismo, como lo ejemplificaron las últimas declaraciones del líder de la UTA, Roberto Fernández: “Prefiero darme un tiro en las bolas antes que firmar por un porcentaje de aumento salarial. Hoy no sé si un 30% de incremento es mucho o es poco . No es buen momento para firmar una paritaria”. Por eso el Gobierno prepara algo que el empresariado aceptaría y que el sindicalismo espera para descomprimir la presión de las bases: un aumento de suma fija por decreto, como una forma de compensar el alza de la inflación y permitir la postergación de las paritarias lo máximo posible. En las últimas semanas ya se habían puesto de moda las “sumas puente” (anticipos a cuenta de las futuras negociaciones) por la extrema dificultad para cerrar los acuerdos salariales, pero la devaluación dispuesta por la Casa Rosada frena cualquier tratativa: representa un golpe al poder de compra de los sueldos y un trampolín para los aumentos de precios. Y justamente el plan de “precios cuidados” era la única herramienta a la que apostaba el kirchnerismo para evitar que los reclamos sindicales se alejaran de ese utópico tope del 18/20% con que soñaba Axel Kicillof hace apenas un mes. Hoy, como admitió el jefe de la UTA, ni siquiera el 30% de aumento suena justo. Al gremialismo peronista le cuesta reaccionar. Está atrapado entre la prudencia para no ser catalogado como “destituyente” si alienta medidas de fuerza y el miedo a la rebeldía de muchísimos trabajadores en caso de que mantenga la pasividad de los últimos tiempos. Sólo el sindicalismo combativo, como es lógico, está calentando sus motores: el Partido Obrero anticiparía el lanzamiento de un plan de lucha y el PTS quiere reunir a todo el clasismo sindical para rodear a los docentes, que serán los protagonistas de la primera paritaria del año (una experiencia similar, y exitosa, la tuvieron con la pelea de los empleados de salud, en Neuquén). La CGT Balcarce prende velas para que el Gobierno firme el decretazo salarial y, al mismo tiempo, busca oxigenarse mediante un encuentro con Cristina Kirchner, sobre todo luego de que ésta, en su reaparición pública, deslizó que se reuniría con el sindicalismo. En la agenda cegetista no sólo figura la virtual paralización de las paritarias, sino también los 20.000 millones de pesos que el Estado les adeuda a las obras sociales y la defensa del modelo sindical, amenazado por los últimos fallos laborales de la Corte, que la Presidenta intentará poner a salvo mediante un decreto siempre y cuando el gremialismo K obtenga el guiño de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo. Esa es una de las excusas por las cuales en la central obrera oficialista no descartan algún acuerdo orgánico con el flamante espacio sindical que inauguraron el camionero y el gastronómico. La sensación es que si se consolida el ajuste económico del kirchnerismo de alguna forma se tendrán que unir las tres CGT. El gran escollo sigue siendo la permanencia de Moyano, Barrionuevo y Antonio Caló, pero hay algunos que imaginan una solución provisional: la creación de una “mesa de diálogo”, en la que estén todas las fracciones y sin que ninguna pierda su identidad. La alianza camionero-gastronómica debutará mañana con sus contactos políticos, a través de una entrevista con Mauricio Macri, pero luego se encerrará para analizar el nuevo escenario socioeconómico que dibujó la devaluación. En el debate interno se asoman fuertes diferencias internas: Moyano quiere esperar hasta marzo para lanzar medidas de fuerza, mientras que Barrionuevo, que olfatea un vacío de poder, empuja para hacer movilizaciones en febrero y un paro nacional en marzo. Como sea, la coalición que armaron será clave para la efervescente etapa que se viene: la UTA y La Fraternidad, gremios K que se sumaron a este espacio, se integrarán a la CATT, la central moyanista de gremios del transporte, con más poder de fuego que nunca. Esas dos incorporaciones fueron la verdadera clave del plenario del lunes pasado en Mar del Plata, adonde no fueron los presidenciables del PJ como Sergio Massa, Daniel Scioli y José Manuel de la Sota, aunque de alguna forma estuvieron muy presentes: casi todos los oradores les dedicaron alguna crítica o advertencia, que fueron desde la poco sutil afirmación de Barrionuevo (“si no tienen huevos, que no vengan porque ya van a venir cuando nos necesiten”) hasta un duro cuestionamiento de Moyano que pareció dirigido a Scioli (“algunos políticos le huyen a esta foto con dirigentes gremiales, pero no a la foto con Boudou, Ricardo Jaime o De Vido”). Otro que castigó a los ausentes fue el barrionuevista Carlos Acuña, líder de los trabajadores de estaciones de servicio, que también milita en el massismo. “No importa si no vienen los políticos. En algún momento van a tener que rendir examen”, advirtió. Massa le pidió explicaciones y el gremialista juró que no la había dicho, aunque en la sala había muchos testigos, cámaras y grabadores. No fue el único problema que generó en el Frente Renovador el encuentro marplatense. La crítica de Barrionuevo casi le ocasiona un problema con su esposa, la diputada Graciela Camaño, una fiel escudera de Massa que estaba tan indignada que amagó con contestarle públicamente a su marido mediante un comunicado en el que aludía a los “deslenguados” que “se abrazan al poder como sanguijuelas”. La disuadió Massa, que prefirió que otros dirigentes replicaran al gastronómico. Cosas extrañas de esta época de monedas tan devaluadas como cierta dirigencia. Fuente Clarín

viernes, 3 de enero de 2014

Festejo en San Pedro Jujuy

Los compañeros de San Pedro junto a su delegado Tomas Carabajal , organizaron una cena para despedir el año , ALEARA como siempre estuvo presente colaborando para que puedan realizar tal evento.
Muchas veces en esta actividad es muy dificil poder juntarse con todos los compañeros , pero es diferente en esta sala ya que el  feriado del 8 de diciembre no es laborable y es donde aprovecharon para poder compartir esta maravillosa velada tambien junto a sus seres queridos  hasta altas horas del dia siguiente. Los muchachos ademas en el dia realizaron una pesca en el rio sumandose a la noche a la velada .









FELIZ AÑO NUEVO !!!!!!